lunes, 27 de abril de 2009

Revolución Mexicana: casi un ensayo


Les presento a otro muralista mexicano: Siqueiros. Si el mural anterior era gigante, este "La marcha de la humanidad" es, según wikipedia, el mural más grande del mundo. Entre otros temas va desde la conquista de México hasta la Guerra de Vietnam:
Pueden encontrar mas información en:

http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/efemerides/efe_siqueiros01.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Polyforum_Cultural_Siqueiros#Historia

Aca abrimos DOS caminos:
a) comparar la obra de los muralistas y analizar el impacto de la revolución mexicana en el arte.
b) Evaluar cuál la causa principal de la revolución mexicana.

A elección pero con compromiso, espero camentarios varios.

8 comentarios:

gabriela cho dijo...

Hola diana!
Me parecio muy interesante esto de analizar los murales.. veremos si hago bien en arriesgarme con el punto 2!

Por un lado, el mural "Una tarde dominical en la Alameda Central" de Diego Rivera vislumbra un contraste entre los nativos y los extranjeros. Esto no solo se puede ver por la separacion de los mismos, sino tambien por la actitud de los extranjeros. La mayoria de estos les dan la espalda a los nativos, y siguen su camino. Esto podria representar la indiferencia por parte de los americanos y la imposibilidad de los mexicanos de seguir adelante. Asimismo, la distinción representada por estos dos grupos también se acentua por las diferentes situaciones en las que sufren las dos niñas.
Ademas se puede decir, a partir del nombre de la obra y la actitud de los extranjeros, que toda esta escena no es algo fuera de lo comun; al contrario, se ve diariamente, lo que hace de estos incidentes, una costumbre.
Como intermediario de estos dos grupos, esta un representante del Porfiriato, el cual trata despectivamente a los nativos y “protege” a los extranjeros.
El color del mural es por lo general, oscuro, especialmente en el lado de los nativos, por lo que se podría deducir no solo el hecho de que no tienen posibilidad alguna de salir de su situación, sino también como el Porfiriato opina acerca de estos.

Por otro lado, “La marcha de la humanidad”, muestra solamente a un grupo, tomandola como protagonista: la mexicana. Los hombres, por un lado, infunden determinación, mientras que las mujeres se ven preocupadas, por lo que se podría afirmar que están a punto de iniciar algún conflicto armado. A diferencia del otro mural, los colores son mas vivos y llamativos, y los nativos son ilustrados de gran tamaño. Las figuras de los hombres son geométricas, en contraste con las mujeres, y rasgos bien definidos y contrastados.
Si observamos las diferencias entre estos dos murales, podemos afirmar que este ultimo representaba al pueblo mexicano, engrandecido y determinado, dispuesto a luchar por sus derechos; algo indicado asimismo, por el titulo de la obra: “La marcha de la humanidad”.

Se puede ver como la revolución mexicana influye en el arte, por medio de estos dos murales. En la primera, se ve el contexto de Mexico en esta etapa, donde los habitantes nativos se ven discriminados y marginados en su propia tierra, por parte de los extranjeros, y las autoridades extranjerizadas. Este contraste en un mismo lugar se ve claramente a través del sufrimiento que muestran los nativos a través de sus rostros, y la indiferencia por parte de los americanos, los cuales por lo general no muestran sus caras, y permanecen como una masa homogénea. En la segunda se ve la preparación de los mexicanos, para ir a defender sus derechos, lo que se ve en el tamaño de la masa, los colores vivos, y las figuras toscas y definidas.
Sin embargo, en ambos casos, los colores intensos son utilizados (a pesar de la diferencia de luz entre ellos) y las líneas bien contorneadas, lo que refleja como punto en común, la dureza de la situación que los mexicanos.










PD> hay una figura dentro de la obra (la marcha de la humanidad)que desconozco(lleva uniforme). Esta relacionado con la guerra de vietnam o con la rev mexicana... o nada que ver??

Antonella dijo...

Para poder analizar cuál fue la causa principal que desató la revolución mexicana es necesario contextualizar lo que ocurría para ese entonces. Para eso hablaremos de las causas económicos, sociales y políticos, que llevaron al pueblo mexicano a levantarse contra el gobierno de Porfirio Diaz.
En primer lugar, había un problema de división de tierras. Esto se evidencia por la concentración de tierras en pocas manos, que era la de los grandes hacendados o empresas cuyos inversionistas eran extranjeros. La consecuencia de esto, es que estas ultimas eran las principales beneficiadas, ya que obtenían el dinero de las ganancias, entre tantas otros beneficios. Otros problemas dentro de la economía fue la crisis agrícola de 1908 que produjo baja productividad de las cosechas. La balanza comercial fue negativa al bajar las exportaciones e importaciones. Esto trajo como resultado el deterioro del nivel de vida de amplios sectores de la población lo que aumentó el descontento social.
En cuanto a la situación social, se podría decir que la ausencia de una ley laboral, la pobreza del proletariado, y las marcadas diferencias sociales, hicieron que las clases menos beneficiadas comience a querer cambiar su situación.
Para lo anteriormente dicho se debería tener en cuenta el desconecto de la clase media emprendedora, ya que la situación financiera estaba totalmente dominada por el grupo más cercano a Díaz, los "científicos" que utilizaban los capitales para financiar sus propios proyectos. Por otro lado los terratenientes o latifundistas, al tener sus tiendas de raya, a través de la cual les pagaban un salario muy bajo a sus trabajadores, obstaculizaba ya que se basaba en el intercambio de créditos otorgados a los trabajadores por mercancías. Entonces esto no era nada favorecedor para la clase media que aspiraba a crear negocios o a que crecieran los que ya tenían.
Los campesinos mexicanos trabajaban sus propias tierras como jornaleros, porque éstas les habían sido arrebatadas por la política agraria de Porfirio Díaz . El trabajo se basaba en una sobreexplotación en minas, fábricas y haciendas: los peones en las haciendas trabajaban de sol a sol, las deudas con la hacienda se heredaban , y además sufrían constantes humillaciones por parte de los hacendados que no eran penalizados por mal trato, ya que no existía una ley. En las fábricas de los extranjeros, los obreros trabajaban largas jornadas de trabajo,. Tenían también un mísero salario. Trabajaban mujeres embarazadas, y hasta menores de edad.
Las compañías deslindadoras optaron por arrebatar las tierras a las comunidades indígenas, argumentando que no tenían dueño, para transformarlas en tierras con fines productivos. Se puede deducir entonces que había un descontento dentro del sector de los campesinos.
La prolongada dictadura de Porfirio Díaz (recordemos que permaneció en el poder desde 1876 hasta1911) favoreció a un envejecimiento y la inmovilidad del gabinete porfirista del poder, que controlaba el gobierno en totalidad.
Para ese entonces, muchas personas, principalmente de la clase media se sentían con el derecho a participar del poder político Un ejemplo de esto es el caso de Madero
Un hecho a tener en cuenta es la entrevista Díaz-Creelman en 1908, donde Díaz declara que no se presentará a las elecciones que México estaba preparado para la democracia, que estaba predispuesto a la creación de nuevos partidos, es decir que fomento a ponerse en actividad a los que querían participar de la política.
De esta manera se crea en 1909 el partido Antireeleccionista dirigido por Francisco Madero, quien prometía restituir las tierras a las comunidades que habían sido despojadas de ellas por medios ilegales, y quien fue elegido candidato presidencial para participar en las elecciones de 1910, contra Díaz.

Una vez presentadas las causas , aunque todas las causas están relacionadas entre si, se podría considerar como la principal causa de la revolución mexicana el descontento social, no sólo de los campesinos y obreros , sino también de la gente que tenía una situación económica favorable, pero que deseaba y aspiraba a ocupar puestos públicos , que pudieron identificarse con las propuestas de madero, unirse a él y desatar la revolución mexicana.

Juan Coccolo dijo...

Les dejo el enlace de una página muy buena sobre artes plàsticas en Mexico y Rev. Mexicana:

http://www.elportaldemexico.com/arte/artesplasticas/aplasticas.htm

Vale la pena en serio

Camila dijo...

Hola Diana! Hola a todos!

Bueno, la verdad que me parecen interesantes ambas propuestas pero me voy a enfocar en la opción b para ver si puedo llegar a una conclusión sobre cuál fue la causa principal de la revolución mexicana.

Al igual que Anto, considero que es necesario tomar en cuenta tanto las causas económicas, políticas y sociales para analizar cuál fue la principal que desató la Revolución Mexicana. Pero, en este caso, se va a desarrollar el comentario desde lo que se consideran las causas menos importantes a lo que se consideran las causas más importantes que llevaron al pueblo mexicano a iniciar la revolución con le objetivo de convertir a México en un país libre y democrático.

Con respecto al aspecto económico, durante el Porfiriato, (proceso en el que se mantuvo el dictador Porfirio Díaz en el poder desde 1877 hasta 1911, cuyo lema era “Orden, paz y progreso”) la economía mexicana se basaba en la producción de materias primas para el mercado externo, hecho por el cual se puede decir que se trataba de una economía auto insuficiente que dependía completamente de las inversiones extranjeras, principalmente de Estados Unidos. Según el americano John Turner, autor de “México Bárbaro”, los capitales norteamericanos eran de 900 millones de dólares. El problema es que para mantener esta relación con EE.UU., Porfirio otorgaba ventajas a los inversores, que perjudicaban el desarrollo de la economía nacional, como ser el derecho a no pagar impuestos, a ser propietarios del suelo y del subsuelo en el que invertían, y el hecho de que todas las ganancias iban destinadas a los Estados Unidos. Entonces, estas inversiones generaban condiciones de monopolio en la economía mexicana. Un hecho que agravó la economía fue la crisis económica mundial de 1907 que, si bien no fue muy importante, afectó a México generando un aumento de la inflación. Hecho por el cual, la sociedad comienza a cuestionar el modelo y aumentan los movimientos opositores. Un claro ejemplo son las huelgas de Cananea y Río Blanco, así como también la presencia de paridos opositores como el de Francisco Madero. Se debe agregar también que México tenía una deuda externa que no podía pagar debido a la dependencia de estas inversiones que generaban un círculo vicioso del que era muy difícil salir. Entonces, aquí podemos deducir que lo que llevaba al pueblo mexicano a querer cambiar las circunstancias era disminuir la dependencia de las inversiones extranjeras que perjudicaban tanto a México.

En cuanto al aspecto político, como ya se dijo se trataba de una dictadura cuya prioridad era establecer el orden para traer a los inversionistas extranjeros. Por lo tanto, el Porfirio utilizaba distintos mecanismos para garantizar este período de pacificación. Por ejemplo, la censura o la eliminación de la oposición. Es importante mencionar había una concentración del poder bajo el mando de Porfirio Díaz, quien fue reelegido ocho veces, ya que todos los cargos públicos estaban ocupados por personas ligadas al dictador. Generalmente, estos eran los científicos a los cuales Díaz denominaba “mi caballada” con la característica de ser obsecuentes y leales a él. Otro mecanismo utilizado por Díaz para mantener el orden era el ejército que cumplía funciones policíacas para evitar revueltas internas. A su vez, había otras organizaciones de seguridad como ser los rurales (se encontraban en las afueras, no en zonas céntricas), la policía secreta (civiles), y la acordada (organización secreta de asesinos). Como se puede ver, toda acción estaba controlada por el dictador y no había ningún tipo de participación política, entonces se puede decir que la falta de democracia llevó al pueblo mexicano a querer revertir la situación.

Finalmente, tomando en cuenta el aspecto social, se trataba de una brecha muy grande entre las clases sociales con diferencias muy grandes en cuestión de oportunidades. Es decir, había una gran polarización de la sociedad. La clase alta, que apoyaba a Porfirio, estaba totalmente beneficiada por el dictador al ocupar puestos públicos o cargos políticos y estaban completamente ligados a los intereses extranjeros. Eran, por lo general, hacendados que poseían la mayor parte de las tierras en las cuales hacían trabajar a al sector bajo exponiéndolos a una cruel explotación y una total falta de derechos. A su vez, las compañías deslindadoras se aprovechaban de los indígenas avanzando sobre sus tierras, entonces las tierras estaban repartidas entre muy pocos, es decir, el 97% de las tierras iba destinado a este sector que eran el 1% de toda la población mexicana, mientras que el 3% de las tierras iba destinado al 99% de la población. La clase media estaba compuesta por criollos o mestizos pero era casi inexistente, hecho por el cual entonces la brecha entre el sector alto y el bajo era cada vez más grande. La clase social baja estaba compuesta por el sector urbano que trabajaba en las empresas extranjeras, quienes perjudicaban a los nacionales mediante la diferencia de salarios según la nacionalidad y la imposibilidad de reclamar por sus derechos. A su vez, trabajaban largas jornadas, sin descanso, por un salario mínimo y en condiciones insalubres. El sector rural (peones, campesinos, indígenas), es decir, el 80% de la población, también estaban expuestos a la falta de derechos y sufrían explotación física. Vivían en las haciendas y donde trabajaban las tierras del sector alto y se les pagaba con una parcela de tierra en la cual debían trabajar para obtener su alimento, Sino, también se les pagaba con vales para los almacenes de las haciendas en los que los precios eran más caros pero no tenían otra opción que comprar ahí, entonces, se endeudaban y nunca podían dejar ese trabajo porque debían pagarle a los terratenientes. Por lo general, se los engañaba mediante enganches en los que se los engañaba o se les pagaba un sueldo adelantado con el cual, desde un principio, ya estaban ligados a los hacendados al estar endeudados antes de comenzar a trabajar. Entonces, se puede decir que el malestar social llevó al pueblo mexicano, principalmente a la clase social baja a querer cambiar la situación para lograr una mejor distribución de la tierra y mejores condiciones de trabajo para el sector urbano.

En conclusión, personalmente, considero que no hay una causa principal que llevo al pueblo mexicano a revelarse contra el dictador Porfirio Díaz, Sino que, se trata de una sumatoria de aspectos que llevaron al desate de la revolución, pero se puede hablar de un predominio de malestar social que se ve acompañado por el deseo de un país democrático que no dependa tanto de inversiones extranjeras para poder desarrollarse.

Anónimo dijo...

hola Diana! lo subi antes, pero no se, subiste el de cami y no el mio, estoy probando otra vez! es sobre las causa de la revolución mexicana...


En el siguiente ensayo, se analizarán las causas principales que desencadenaron el estallido de la Revolución Mexicana en 1910. Para ello, es preciso definir el concepto de Revolución, que es “cambio radical de las instituciones políticas, sociales, y económicas, establecimiento de un nuevo orden, instaurado por las fuerzas políticas y sociales vencedoras.”1 . Asimismo, es menester contextualizar la situación previa al inicio de la Revolución. En México, se desarrollaba un monopolio político dirigido por el General Porfirio Díaz, quien llega a la presidencia mediante un levantamiento armado contra el liberal Lerdo de Tejada en 1876 y quien se mantiene en el poder hasta 1910, fecha en la que fue expulsado por los maderistas. La divisa de este gobernante era “orden, paz y progreso”, para lo cual se fueron implementando diferentes medidas, que parte de ellas conforman las causas políticas, económicas y sociales del comienzo de este levantamiento.
Desde el punto de vista político, el gobierno de Porfirio Díaz es considerado como una dictadura, denominada “Porfiriato”, ya que en ella se desarrollaba una censura, a través de la supresión de la libertad de expresión, se elimina a la oposición, lo cual permitía la concentración del poder en su figura. Para mantenerse en el poder, este dictador aplicaba mecanismos de apariencia democrática, como llamar a elecciones pero presentándose él como único candidato (como señala el estadounidense John Turner, autor de “México Bárbaro”: “la única posibilidad de que había que alguien no lo reeligiera era la muerte”), demostrando de esta manera la gran corrupción que regía en este régimen. Sin embargo, el método más utilizado era la violencia. Su aparato represivo era, principalmente, el ejército (inclusive siendo un país más pequeño que Estados Unidos, poseía un ejército más grande) que cumplía funciones de policía, ya que impartiendo la censura, reprimían a todo aquel que hablara o se revelara contra el gobierno; como por ejemplo, periodistas críticos al gobierno u obreros huelguistas, entre otros. Asimismo, también tenía trabajando a su disposición a un grupo más numeroso que la policía mexicana: la policía secreta, la cual se ocultaba en la sociedad, disfrazándose de gente común, con el fin de entablar una relación directa con cada individuo de la población y, de esta manera, obtener más información para impartir la censura. La gran mayoría de los policías estaban habilitados, a través de contratos con el gobierno, para matar a su disposición. No obstante, para justificar ciertos asesinatos, tenían como pretexto la aplicación la ley de fuga, decreto que autoriza a disparar si el detenido se quiere escapar/ fugar. Mediante todos estos medios, el objetivo de Porfirio Díaz era sembrar el miedo en la población y, de esta forma, mantener “orden y paz” social: no revelarse contra su autoritarismo. Es menester destacar que el Porfiriato contaba con el apoyo del sector social alto, quienes, por ese apoyo, contaban con cargos en el gobierno.
Por otra parte, con respecto al aspecto económico, México mantenía una economía de especialización productiva sectorizada, es decir, que dependiendo de cada región se desarrollaba una determinada materia prima; por ejemplo, en Morelos, se focalizaba en la producción de azúcar. Sin embargo, esta economía monoproductiva trae aparejada ciertas desventajas, como la dependencia del mercado externo (en el caso de México, su principal comprador era Estados Unidos), la insuficiencia de producción para el mercado interno, y la competencia con otros países vendedores de materias primas. Para agravar a un más la situación del productor mexicano, el gobierno de Porfirio Díaz, creyendo que el “progreso” se alcanzaría a través de las inversiones extranjeras, las promueve otorgándole ventajas económicas a los inversores, que en su mayoría estaban conformados por estadounidenses. Algunas ventajas eran las siguientes: la exención impositiva (librados del pago de impuestos), la propiedad del suelo y del subsuelo, la autorización de condiciones monopólicas de producción y la posibilidad de llevarse todas las ganancias a su país. Según Turner, durante el Porfiriato, fueron invertidos 900 millones de dólares estadounidenses. Un ejemplo muy claro de aprovechamiento de estas ventajas, es la “Standard Oil Company”, que comenzó rápidamente con explotaciones petroleras. No obstante, todas estas medidas repercutieron negativamente en la sociedad mexicana, debido a que los nativos eran discriminados, eran considerados brutos, por lo que las empresas no los empleaban (el personal era sólo de la misma nacionalidad) o les ofrecían los trabajos más duros por bajo salario; en otra palabras, los explotaban. Concentrando así las riquezas en manos de una minoría. Asimismo, para conseguir aún en mayor medida el “progreso”, el gobernador Díaz considera poner en funcionamiento tierras, que en un principio eran baldías, en manos de compañías deslindadoras (ley de tierras baldías). Sin embargo, luego se comenzó a avanzar sobre tierras pertenecientes a pobladores originarios, considerándoselas como baldías, ya que éstos no poseían escrituras que certificaran la pertenencia de las mismas. De esta manera, se incrementa la concentración de tierras en manos de una minoría, como se refleja en estadísticas de la época: 97% de las tierras pertenecían al 1% de la población mexicana.
En cuanto a lo social, el despojo de tierras acrecentó la polarización de la sociedad mexicana, hecho que se refleja muy claramente en la obra de Diego Rivera “Una tarde dominical en la Alameda Central”, en el cual se distingue, por sus vestimentas europeizadas y de gran valor monetario, la clase social alta a la izquierda del cuadro, que estaba conformada por extranjeros o mexicanos blancos; y eran quienes por dar apoyo al Porfiriato, recibían en recompensación beneficios económicos (latifundios) y políticos (cargos políticos). Asimismo, al estar ligados a los intereses extranjeros (inversiones estadounidenses y modelo europeo), despreciaban a los nativos, y lo consideraban como atrasado y obsoleto. Si bien no se puede observar claramente en la pintura “Una tarde dominical en la Alameda Central”, existe una pequeña clase social media, que es la burocracia más baja, y que, por lo tanto, ocupa cargos de menor jerarquía, pero que, aún así, apoyan a la dictadura de Porfirio Díaz, por temor a descender socialmente. Básicamente estaba conformada por criollos y unos pocos mestizos. En contraste con este sector social alto y esta clase media poco numerosa, en la derecha de la obra de Rivera, se encuentra la clase social baja conformada por obreros (población urbana), peones/campesinos y pobladores originarios (población rural). Todos ellos se encontraban en una situación de falta de derechos total, ya que recibían bajos salarios, tenían prohibido el derecho a la huelga, realizaban trabajos forzosos y de largas jornadas; además, la población rural mediante el proceso de despojo de tierras (previamente mencionado), quedaron en una situación de esclavos de su propia tierra (porque no estaban autorizados a salir de ellas) y de sumisión al dueño de las tierras -el capataz/patrón- (porque debía obedecer a sus órdenes), quienes en ocasiones se sentían con el derecho a aplicarles castigos físicos. Asimismo, otra estrategia implementada por los patrones para retener a los capesinos/peones era lo que se conoce como “tiendas de raya”, se les pagaba a los campesinos con un sistema de créditos, no con dinero sino con un “cupón/vale” que correspondía a una determinada suma de dinero, pero luego, ellos (sus únicos compradores) le ofertaban productos a precios irrisorios, endeudándolos de por vida. Otro factor que es sinónimo de horror, de esclavitud y hasta de muerte, es lo que se denominó el “valle nacional”, en donde como bien señala un testimonio en el libro “México Bárbaro” de Turner: “yo los veo emprender camino al valle, pero nunca regresar”. En ese lugar, esclavos son explotados de seis a siete meses –trabajando la tierra-, porque después ya se encuentran moribundos (y los dejan allí sin darle, al menos, un merecido entierro). Es menester destacar que todas estas medidas eran abaladas por el gobierno, ya que también éste era benefactor. Por todos estos factores, a pesar de no tener el derecho, algunos pobladores originarios, campesinos y obreros realizaban levantamientos, pero al ser ocasionales y dispersos, eran de gran facilidad para frenarlos, a través de la represión. Hasta que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, estos levantamientos tomaron fuerza y empuje decisivo colectivo, y comenzaron a realizarse con mayor frecuencia y a mostrarse como una fuerte oposición a un régimen, que los oprimía y los explotaba, como fueron las dos grandes huelgas en 1906, una realizada por los mineros de Cananea y otra por los obreros de la industria textil de Veracruz. Si bien estas dos huelgas también fueron cruelmente reprimidas por el Porfiriato, fueron de las más impulsoras para el estallido de la Revolución Mexicana en 1910.
Para concluir, se puede señalar que si bien el inicio de la Revolución Mexicana es la sumatoria de todos los factores políticos, económicos y sociales, se puede considerar como causa principal el disconformismo, descontento, malestar social (principalmente de la clase baja) frente a un régimen autoritario y represor, apoyado por una clase social alta igualmente opresora. En relación con la definición de revolución, este sector social primordialmente bajo buscaba un cambio a nivel social (finalización de la explotación e igualdad de derechos para todos), desde el punto de vista económico (un progreso económico de tener su propia tierra –algunas de ser devueltas- y de finalizar con las ventajas a los extranjeros), y a nivel político (terminar con el régimen dictatorial y represivo del General Porfirio Díaz, y conseguir la libertad de expresión y democracia).



1“Revolución”, enciclopedia Clarín, Argentina, 1997.


Paula

Vanina dijo...

Hola !
Voy a comparar a los dos murales:

Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, fueron los más grandes muralistas mexicanos junto a José Clemente Orozco. Estos tres personajes se destacaron por crear murales de alto contenido social.
Los muralistas vivieron en una época de grandes cambios dentro de México. Sufrieron la dictadura de Porfirio Diaz que duró 31 años. Durante esta, la brecha social entre ricos y pobres se agrando desmedidamente. Los beneficios a los extranjeros, el mercado monopólico, la represión continua hacia los nativos, la falta de libertades y la injusticia social, entre otros factores, llevaron a la revolución social. Los artistas vivieron esta época de continuos disturbios. Personajes como Madero, Villa, Carranza, Zapata, Orozco, entre otros, sobrevolaron sus obras.

Diego Rivera (1886-1957) fue un muralista de ideología comunista. Viajó muchos años por Europa donde aprendió distintas técnicas de pintura y se ganó la fama. En 1934 vuelve a su país de origen y comienza a pintar grandes murales.
Desde 1947 a 1948 este artista pintó el mural, “Una tarde dominical en la Alameda Central". En el, se ve claramente como se vivía en la época del porfiriato, en una sociedad polarizada, bien dividida. Primero se diferencian por las vestimentas. Por un lado, la clase alta, con ropaje europeizada que detonaba un alto nivel adquisitivo. Y por el otro, los nativos, con sus ropas de cultura mexicana, mas humildes que marcan un menor alcance económico. Además, se nota una clara división espacial. No solo por la separación de lugares, sino también por la postura corporal de la clase alta: de espaldas a los campesinos. Esto marca la indiferencia que existía de estos a los trabajadores. Al mismo tiempo, se puede ver el maltrato de un oficial hacia los campesinos, como los mira con desprecio. Coincido con Gabriela, quien dijo que las diferentes realidades de estos dos grupos se ven representadas por las distintas situaciones que viven las niñas. Tristemente el título plantea la idea de que esto es una situación cotidiana. Este mural muestra a un sector bajo sumiso, pobre y reprimido; y a una sociedad burócrata rica e indiferente a los conflictos sociales.

David Alfaro Siqueiros (1896-1974) fue un pintor y militar muy comprometido con el sufrimiento de la clase baja. En su faceta militar, luchó junto a Carranza con el objetivo de derrotar a Huerta. En este período, viajo por su país debido a las continuas luchas; fue allí donde vio y experimentó el sufrimiento diario de los trabajadores rurales. Hizo viajes por Europa donde absorbió las ideas vanguardistas y se encontró con Rivera. En 1922 vuelve a México e incentiva el “arte colectivo”, una propaganda ideológica para unir a las masas y derrocar a los dirigentes.
A diferencia del mural de Diego Rivera, en el mural “La marcha de la humanidad” solo se ven representados a la clase campesina, para enfatizar su importancia. Sin embargo se ven con la vestimenta similar a la del primer mural. Grandes e imponentes fueron dibujados los soldados guerrilleros, quienes parecen preparados para la guerra. Se puede observar a Zapata, un líder revolucionario. También la imagen de la mujer, preocupada. Rasgos duros y colores vivos (entre ellos mucho rojo, color que refleja la ideología comunista) utilizó Sequeiros. Estos mecanismos reflejan una clase campesina dispuesta a luchar por su libertad y sus derechos, que contrasta con la del primer mural, resignada a su cruel destino. El título “la marcha de la humanidad” enfatiza esta idea, un pueblo unido por un mismo objetivo.
Estos dos murales se pueden ver como un antes y después de la revolución. Se marca un cambio drástico en la posición de los campesinos en el principio del siglo XX en México.

Como se pudo ver, el arte no se mantuvo al margen de la revolución. Los conflictos sociales se vieron reflejados en pinturas, cuentos, poemas, entre otros tipos de expresión artista. Los murales son solo un ejemplo de la influencia de los cambios profundos en el ámbito artístico. También se puede ver reflejado en l literatura. En estos años (1900-1930) nace la corriente criollista. Esta desarrolla los conflictos de las minorías renegadas. Un precursor de esta corriente fue Juan Rulfo.

En conclusión, podemos decir que Siqueiros y Rivera fueron dos artistas que tomaron las acusaciones, las visiones y las protestas sociales y las trasmitieron al mundo entero mediante los murales. En esta época el arte fue un medio de recriminación y de lucha contra la injusticia. Fue un mecanismo de rebelión.

Gabriela Cho dijo...

Se puede decir que el aspecto social fue una causa muy relevante en la llamada Revolución Mexicana. No obstante, como ya lo ha mencionado Camila, no creo precisamente que sea la principal, a pesar de su papel que constantemente ha estado siendo nombrado durante esta etapa. Al principio, estaba segura de que era realmente la causa más trascendental, pero de a poco comencé a cuestionar este pensamiento. Llegaron muchas dudas e hipótesis, una vez informados la gran parte de los acontecimientos que forman a esta revolución.
Entre ellas, llegué a pensar en que la Revolución Mexicana creció en una base política, donde la democracia y la no reelección –de La sucesión presidencial (1910) por Francisco Madero- eran las principales propuestas, pero al no ser suficientemente atractivas para los ojos de la mayoría (en este caso los campesinos), se utilizó como catalizador, la devolución de las tierras- de Plan de San Luis de Potosí (1910)-. Por lo tanto, se tomó como afirmación, que en realidad, el origen de la revolución era político pero con un rostro social, el cual se fue mimetizándose en el mismo.
Pero también esto se ve distorsionado por un aspecto curioso. Al principio, anhelando la caída del “Porfiriato”, las masas se sostenían en el regazo de Francisco Madero. Esto se logró en 1911, con la renuncia de Porfirio Díaz, cerrando así, la primera etapa de la Revolución.
A pesar de la utopía dibujada en bocetos por Madero y soñada por los mexicanos, comenzó a dejar a la luz, ciertos tropiezos inesperados y no deseados. Manteniendo políticos porfiristas en el gabinete, y no cumpliendo la promesa del reparto de tierras, este personaje comenzó a ser visto como el sucesor de Porfirio Díaz.
Con el objeto de desecharlo, éste es asesinado por Victoriano Huerta, el cual había sido incentivado por el embajador Henry Lane Wilson. Al principio, siendo apoyado por los Estados Unidos, Huerta estableció una dictadura, en donde eliminó la libertad de prensa, y cerró el Congreso; pero esto se vio modificado al asumir en el poder, Woodrow Wilson en Estados Unidos.
Por la falta de obediencia, y la poca conveniencia que este dictador mostraba ante dicha potencia, fue derrocado, y otro personaje tomó el poder de México: Venustiano Carranza. A pesar del reconocimiento por parte de Estados Unidos, el gobierno de Carranza no fue apoyado tanto por Emiliano Zapata como Pancho Villa, los caudillos revolucionarios.
La inestabilidad política y la actitud tomada por los líderes, muestran asimismo la distorsión del objeto de la Revolución, ya que los deseos personales fueron tomando protagonismo; guiando este suceso histórico, a un camino sin un rumbo definido, pero sí con claras insatisfacciones.
Por lo tanto, ¿es la Revolución Mexicana una pelea causada por objetivos personales?
¿No se tendría que, entonces, negar la clasificación de este suceso como revolución?
Por consiguiente, se podría deducir, que la “Revolución Mexicana”, tuvo solamente la idea y el intento de ser una revolución, mas durante el proceso de la misma, tanto los objetivos, ya sea sociales, económicas o políticas, como la actitud de los protagonistas de esta vicisitud, fueron transmutándose, hasta tal punto que los resultados a corto plazo siguieron estos pasos.
Sin embargo, es cierto que se logró tejer un resultado inesperado, que se fue formando gracias no sólo a las constantes intervenciones de los Estados Unidos, sino también a este período de inestabilidad: el sentimiento nacionalista.

Macarena dijo...

Hola Diana, me pareció interesante analizar el impacto de la Revolucion Mexicana en el arte.

La pintura no quedó al margen de la situación que se vivía en esa época, es por ello que alrededor de la década de 1920 surge el movimiento artístico de los Muralistas como respuesta al inestable clima político y social de la Revolución Mexicana. Son considerados los “padres” de este movimiento Orozco, Rivera y Siquereiros.
En primer lugar, la revolución causó un sentimiento de nacionalismo en la población. Líderes como Vila o Zapata fueron exponentes de esta corriente de revalorización de la cultura indígena. Por otra parte la intromisión estadounidense que se evidencia en la presencia de empresas inversionistas y deslindadoras y en incidentes como la Expedición Punitiva de Pershing en 1917 que causaron un sentimiento anti-norteamericano y Nacionalista. Como consecuecuencia, en el arte se ve una revalorización del arte tradicional mexicano. En el pasado, el arte europeo era el único valorizado, mientras que al arte indígena se lo consideraba marginal. Sin embargo, en las obras de los pintores antes mencionados se ve como se recuperan simbologías y estilos pictóricos propios de las civilizaciones originarias, como en el fresco de 1932 “La llegada de Quetzlcoatl” ( http://www.chroniclebooks.com/Chronicle/excerpt/0811819280-e0.html) de Orozco que ilustra a la deidad homónima así como en el gran mural de Rivera “México de la conquista”, que fue visto en clase, en el cual en la parte central se pueden observar una serie de personajes fantásticos o mitológicos así como guerreros indígenas vestidos con sus trajes originarios.
Otro punto a tener en cuenta es como la Revolucion Mexicana torna al arte, que antes tenía solo fines decorativos en un medio para expresar la ideología política-social y protestar contra la situación y las injusticias del régimen.
Por una parte se puede ver como los murales toman una carga social al aludir a los contrastes y las brechas entre cada estamento de la sociedad. Se pueden ver claramente definidos los modelos de hacendado rico, militares y campesinos. Tal característica es muy evidente en el fresco de Orozco “Los ricos banquetean mientras que los obreros luchan” https://segueuserfiles.middlebury.edu/span0383a/orozcoobreros.jpg ) en el que se puede observar en la parte superior un par de hacendados o empresarios, vestidos de gala y sentados a la mesa junto a lo que parece una prostituta, tomando vino y cenando. Uno de ellos apunta su dedo y ríe de forma burlona a los trabajadores caracterizados en la parte inferior del fresco. Aquí se refleja la opresión y el abuso sufrido por los campesinos y la gran brecha social que caracterizaba al México de ese entonces.
Con respecto al aspecto político, el arte se transforma en un elemento de protesta y hasta propaganda política, ya que al tomar en cuenta la localización de los murales en lugares públicos y su gran dimensión, es un mensaje que puede llegar a todos los sectores de la sociedad y hasta a los analfabetos ya que utiliza la imagen como medio de expresión. Por lo tanto concientiza a la población sobre lo que está sucediendo y la incita a tomar acción en el asunto.
La Revolución Mexicana tiño al arte con una carga social y política, y traslado el rol tradicional del mismo de ser un elemento decorativo con el modelo de arte europeo como referencia y lo convirtió en un medio para revalorizar a lo que hasta ese momento se consideraba “de segunda clase” así como para denunciar, le dió un rol de acción, de protesta, y se convirtió en una forma de expresión de la opinión y posturas políticas.